República que gana el pueblo tiene que ser para el pueblo.

B. Artigas Arpon, 04-08-1936: República que gana el pueblo tiene que ser para el pueblo. Estamos ganando la República Española. El mal ejemplo, consecuencia del bueno.-Evidentemente es ahora cuando estamos ganando la República Española. El 14 de abril de 1931, que hemos señalado todos como fecha Gloriosa, sin igual en la Historia de los Pueblos, por haberse efectuado la transición suave, alegre y confiada de un régimen político a otro, quedará como una fecha nada más. La Historia habrá de registrar la Gloria de España como lograda con oleadas de sangre, generosamente vertida en los días que corren.

Estos días (1936) son de angustia, de emociones atropelladas, de sobresaltos Patrióticos, de sacrificios innumerables, realizados cara al destino por una Juventud y una madurez españolas que se ofrendan sonrientes en holocausto de un ideal de Libertad, denominador común de todos los Combatientes leales a la República: fuerzas del Estado y Milicias Ciudadanas. En el inmenso horno encendido por la criminal vesania de unos jefes y oficiales Franquistas que querían hacer del brazo armado de la Patria un Ejército pretoriano, se está fundiendo el Régimen Político español, que, por amasarse con sangre del pueblo, será inexorable y definitivamente el Régimen del Pueblo. Y logrado con esfuerzos heroicos, hecha su soldadura al fuego del Alma Nacional, la República Española que salga de esta epopéyica contienda será indestructible.

Ahora, ahora es cuando estamos ganando la República Española, mereciéndola. Su advenimiento el 14 de abril de 1931 se debió a una Sublevación Pacífica. Corroído el viejo régimen monarquico, desvencijado, putrefacto, cayó ante el desdén pasivo de los institutos armados. No fue el Pueblo quien conquistó la República; hasta que no se conoció la actitud de la Guardia Civil, favorable al cambio de Régimen, el Gobierno provisional no se incautó de Gobernación. Ondeó, pues, la Bandera Tricolor, al socaire de una Sublevación Patriótica, pasiva. Pero, en definitiva, mecida por una Sublevación.

Este fue el buen ejemplo: los Institutos Armados, convencidos de que le había llegado su hora a la Monarquía, le volvieron la espalda; y este desasistimiento, que no el empellón del Alma Colectiva, abrió las puertas del Poder a los Republicanos. Pero, como decía César en el Senado romano, el mal ejemplo es consecuencia del bueno. Del buen ejemplo de las Fuerzas Armadas Españolas dejando hundirse un Régimen y asistiendo a la instauración de otro, es secuela el mal ejemplo de gran parte del Ejército Franquista sublevándose contra la República, no porque se hubiera gastado, ni siquiera hubiese demostrado incapacidad para administrar el acervo público, ni porque se extralimitase al convertir en Leyes los Idearios Republicanos. Esta sublevación facciosa que liquidan gloriosamente los leales y las Milicias Ciudadanas en los campos de Batalla, es secuela del origen de la República Española; quienes, con su pasividad dejaron paso a su instauración, creían que les bastaba un ademán belicoso para que España Republicana se postrase a sus pies. Error profundo, que purgan cruentamente.

Por fortuna, el mal ejemplo, hijo del bueno, ha encontrado a la España Repúblicana animada de un poderoso espíritu en defensa del régimen muellemente obtenido. Lo que los Españoles no conquistaron antes, lo están ganando heroicamente ahora, palmo a palmo en el Frente de Batalla. Los que creían que todo lo pueden unas armas -tenidas en depósito para que no se revuelvan desleales- y un ciego Código de disciplina, advierten que, frente al instrumento armado si lo mella la traición, se alza el Pueblo Español en Armas. Así, dando la vida, regando con generosa y fecunda sangre los campos de España convertidos en infierno dantesco por los traidores Franquistas, la actual generación prepara la cosecha espléndida de la República Española definitivamente lograda; sin que quede, tras la contienda, ningún poder que pueda mañana pasar la factura, ni esté expuesta al amago conminatorio de una nueva sublevación.

República que gana el pueblo tiene que ser para el pueblo; con su sangre va éste santificado de antemano la obra futura de la República Española.

PERDEDORES DE MIERDA, ROJO BASTARDO K OS ACRIBILLEN A TODOS VALE VIVA FRANCO!!